Experiencia del trabajo como terapeuta de polaridad:
Las personas que vienen a recibir polaridad al principio, tienen una tendencia común, creen que después de varias sesiones podrán satisfacer todas las expectativas y deseos que tienen. Lo mejor es que algunos lo esperan casi al instante, una o dos sesiones, casi a golpe de tecla de ordenador. Vengo para poder seguir satisfaciendo todas las expectativas que tengo, claro, no lo dicen asi, pero como vivimos en una sociedad en la que todo es un proceso maravilloso de la tecnología, con accesos inmediatos a la información, con la posibilidad de conseguir lo deseado al instante, lo queremos todo ya.
La realidad de la terapia es otra. La persona que continua en el tratamiento con dirección, orden y escucha descubre que ya no es lo externo lo que hay que cambiar con urgencia sino que internamente el proceso íntimo de trabajo ha fundido hacia el exterior sin querer modificarlo. Descubriendo la "mirada interna" ante lo que me rodea. La frustración de no tener las cosas al instante ya no está, los deseos no conseguidos no tienen su lugar de permanencia. Llegamos a una madurez interna basada en la escucha, abierta siempre a la creatividad y al cambio que se produce en ese dialogo interior. Con bondad y con escucha se alumbra el encuentro interpersonal y la persona se hace en las relaciones. Así se va abriendo un mundo presente, con grandes pausas internas, con cambios de dirección propios, con recursos nuevos, sólidos. Es entrar en las artes del mundo que siempre están ahí y sólo descendiendo lentamente, escuchando se puede prestar atención. Te das cuenta que para continuar debes soltar lastre, soltar amarras y escuchar atento, escuchar a dentro. Lo mejor de todo es que la persona sigue siendo la misma y los demás siguen siendo los mismos. Nada a cambiado y todo a cambiado. Esto sólo lo da la experiencia. Trabajo tras trabajo, sesión tras sesión, con orden y disciplina de escuchar sin forzar. Suele pasar a menudo que el paciente lo quiere entender, no me sirve de nada, porque todavía no lo ha experimentado. Después de una sesión, lo entenderá, perfectamente, pero será dificil contarlo. Esta es la Terapia de Polaridad, un espacio abierto donde sucede la conciencia.
Las personas que vienen a recibir polaridad al principio, tienen una tendencia común, creen que después de varias sesiones podrán satisfacer todas las expectativas y deseos que tienen. Lo mejor es que algunos lo esperan casi al instante, una o dos sesiones, casi a golpe de tecla de ordenador. Vengo para poder seguir satisfaciendo todas las expectativas que tengo, claro, no lo dicen asi, pero como vivimos en una sociedad en la que todo es un proceso maravilloso de la tecnología, con accesos inmediatos a la información, con la posibilidad de conseguir lo deseado al instante, lo queremos todo ya.
La realidad de la terapia es otra. La persona que continua en el tratamiento con dirección, orden y escucha descubre que ya no es lo externo lo que hay que cambiar con urgencia sino que internamente el proceso íntimo de trabajo ha fundido hacia el exterior sin querer modificarlo. Descubriendo la "mirada interna" ante lo que me rodea. La frustración de no tener las cosas al instante ya no está, los deseos no conseguidos no tienen su lugar de permanencia. Llegamos a una madurez interna basada en la escucha, abierta siempre a la creatividad y al cambio que se produce en ese dialogo interior. Con bondad y con escucha se alumbra el encuentro interpersonal y la persona se hace en las relaciones. Así se va abriendo un mundo presente, con grandes pausas internas, con cambios de dirección propios, con recursos nuevos, sólidos. Es entrar en las artes del mundo que siempre están ahí y sólo descendiendo lentamente, escuchando se puede prestar atención. Te das cuenta que para continuar debes soltar lastre, soltar amarras y escuchar atento, escuchar a dentro. Lo mejor de todo es que la persona sigue siendo la misma y los demás siguen siendo los mismos. Nada a cambiado y todo a cambiado. Esto sólo lo da la experiencia. Trabajo tras trabajo, sesión tras sesión, con orden y disciplina de escuchar sin forzar. Suele pasar a menudo que el paciente lo quiere entender, no me sirve de nada, porque todavía no lo ha experimentado. Después de una sesión, lo entenderá, perfectamente, pero será dificil contarlo. Esta es la Terapia de Polaridad, un espacio abierto donde sucede la conciencia.
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